¿Es seguro hacerse un tatuaje durante el embarazo?

¿Estás pensando en hacerte un tatuaje durante el embarazo? Descubre los posibles riesgos, las precauciones de seguridad y los consejos de expertos sobre si es seguro hacerse un tatuaje durante el embarazo. El embarazo es el momento más maravilloso y al mismo tiempo el más confuso para una mujer. Tu cuerpo cambiante y el desequilibrio hormonal durante esos días pueden tentarte a hacer ciertas cosas que quizás no hayas hecho antes.

Si bien es bueno ceder a algunos de tus antojos, también es importante saber dónde poner el límite. Hacerse un tatuaje por capricho no es algo que puedas hacer, especialmente si estás embarazada. Aquí tienes una lista de cosas que debes saber antes de hacerte un tatuaje durante el embarazo.

¿Es seguro hacerse un tatuaje durante el embarazo?

No es 100% seguro ni recomendable hacerse un tatuaje durante el embarazo. La mayoría de los médicos lo desaconsejan y, si realmente quieres tatuarte, es mejor esperar hasta después del parto. Los desequilibrios hormonales durante el embarazo son inevitables. Las mujeres pasan por una serie de fases y emociones durante el embarazo. No es nada de lo que preocuparse, pero tomar decisiones importantes sobre cambios permanentes en tu cuerpo durante estos meses no es algo que debas permitirte. Puede que te sientas muy positiva acerca de hacerte ese tatuaje, pero es probable que no sientas lo mismo una vez que hayas dado a luz a tu bebé.

¿Cuáles son los riesgos de hacerse un tatuaje durante el embarazo?

El mayor riesgo de hacerse un tatuaje durante el embarazo es contraer hepatitis B y VIH/SIDA a través de una aguja sucia. Si contraes alguna de estas infecciones, es probable que se la transmitas al bebé. La tinta no entra en el torrente sanguíneo, pero afecta a los ganglios linfáticos a medida que se acumula allí. Además, no se han realizado suficientes investigaciones sobre los efectos de las tintas utilizadas para un tatuaje en el feto en desarrollo. Es posible que los productos químicos no te afecten a ti, pero pueden tener efectos adversos en el bebé.
Durante el embarazo, la piel tiende a volverse más sensible de lo normal. El efecto de la perforación de la piel con una aguja puede causar shock o estrés. La intensidad del shock puede variar, pero si es extremo, puede provocar un parto prematuro. En caso de que ya tengas un tatuaje relativamente reciente durante el parto, la mayoría de los médicos se abstendrán de administrarte una epidural. La epidural se administra para aliviar el dolor extremo del parto. Si bien algunas mujeres no optan por la epidural, es recomendable mantener abiertas tus opciones.

¿Puede un tatuaje durante el embarazo afectar a mi bebé nonato?

Al igual que una aguja sucia puede contagiar a la futura madre de hepatitis B o VIH, también podría transmitirse fácilmente al feto. Dado que estas enfermedades se transmiten a través de los fluidos corporales, se transmiten fácilmente de la madre al feto. Las sustancias químicas presentes en la tinta del tatuaje podrían afectar al feto durante las primeras 12 semanas, pero aún se desconocen los efectos que puede tener en el niño. Si aún así decide hacerse un tatuaje mientras está embarazada o amamantando, existe la posibilidad de que pueda contagiar a su hijo con una infección grave.

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El tatuaje y los cambios en tu cuerpo

No hace falta decir que tu cuerpo cambia gradualmente a medida que se acerca la fecha del parto. Hacerte un tatuaje cuando tu cuerpo es un poco más grande de lo normal puede quedar bien por el momento, pero después de dar a luz y volver a tu forma normal, el tatuaje puede no lucir igual, ya que la piel se estira durante el embarazo. Existe la posibilidad de que la zona tatuada desarrolle estrías según el lugar del cuerpo en el que se encuentre.

¿Qué precauciones debo tomar para hacerme un tatuaje durante el embarazo?

Como ya hemos dicho, no es 100% seguro hacerse un tatuaje durante el embarazo, y antes de tomar una decisión debes consultar con tu obstetra o ginecólogo. A pesar de los riesgos, si decides hacerte un tatuaje durante el embarazo, asegúrate de acudir a un tatuador registrado y con experiencia. El tatuador debe utilizar una aguja esterilizada y llevar guantes durante todo el procedimiento. Asegúrate de utilizar tinta y agujas nuevas que se desechan después de su uso. Si después de hacerte el tatuaje tienes ciertos temores o te sientes escéptica sobre los estándares de higiene del salón de tatuajes, asegúrate de hacerte pruebas de VIH, sífilis y hepatitis B.

Tengo muchas ganas de hacerme un tatuaje. ¿Existe alguna solución temporal?

Una futura mamá puede tener fuertes deseos. Si quieres hacerte un tatuaje pero no sabes qué hacer y decides no hacerlo por la seguridad de tu hijo, no te preocupes, hay muchas soluciones disponibles en el mercado. Puedes hacerte un tatuaje adhesivo en un salón de belleza local, que se mantiene en su lugar durante un par de días sin dañarte ni a ti ni al bebé. O puedes hacerte tú misma el clásico tatuaje de henna. Solo asegúrate de que la henna no contenga químicos y esté hecha con hierbas naturales. No solo satisfará tu deseo de tatuaje, sino que también enfriará tu temperatura corporal.
Embarazada o no, la decisión de hacerse un tatuaje permanente no debe tomarse de la noche a la mañana. Piensa en lo que quieres hacerte y en lo mucho que lo deseas. Te sugerimos que esperes hasta que hayas dado a luz y hayas recuperado tu forma original antes de tatuarte, pero al final es tu cuerpo y tu decisión.